Pese a que estos son los tiempos modernos y vivimos inmersas en
Internet, con celular y usamos los deliverys, para nosotras, las cosas cambiaron poco.
Estamos entre la familia, la pareja, el trabajo, la casa y el estudio. Tratamos de hacer
todo y todo bien. El costo: generalmente, nuestra salud y el humor.
Queremos hacer todo para poder decir que nos sentimos realizadas y en realidad disfrutamos
poco por no decir nada. |
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Cada noche nos acostamos agotadas , a veces llenas de culpa por haber dejado algo para
mañana y pensando que no lavamos los platos.
Tenemos que empezar a que otros no solo nos "ayuden", sino que también
"hagan". La clave para poder disfrutar, esta en aprender a delegar.
Es necesario comprender que los hombres también pueden cargar el lavarropas o que pueden
lavar los platos sin dejarlos engrasados. Y si no saben: a enseñarles. No vaya a ser que
un día nos levantemos y descubramos que tenemos un hijo mas y que encima de haberlo
malcriado otra lo estemos haciendo nosotras.
De esta manera conseguiremos estar mas relajadas y satisfechas, con un mejor padre para
nuestros hijos. |