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  PRENSA

Vida Silvestre contesta a Greenpeace

 

Los recientes comentarios de Greenpeace sobre el condicionamento de las acciones de la Fundación Vida Silvestre Argentina (FVSA) en torno al gasoducto Nor Andino faltan a la verdad y enmascaran la frustración de una organización ambientalista que, pese a ser muy activa en la crítica, carece de propuestas positivas y concretas para resolver las cuestiones ambientales y sociales de fondo. 
Greenpeace pretende utilizar los apoyos de diferentes empresas a Vida Silvestre presuponiendo la existencia de condicionamientos que jamás han existido en la trayectoria de esta fundación, tratando vanamente de desacreditar nuestros logros en torno al gasoducto Nor Andino. Estos incluyen la mitigación eficaz de sus impactos en zonas clave de las Yungas, la creación de nuevas áreas protegidas y el acceso al gas para los pobladores de Humahuaca, entre otros resultados concretos. Los aportes para concretar todas estas acciones, que son estimados por la FVSA en aproximadamente 5 millones de pesos, no han pasado en ningún momento por la Fundación Vida Silvestre Argentina: todos fueron canalizados en forma directa a los objetivos que sugirió la FVSA .
 En efecto, recibieron donaciones el Laboratorio de Investigaciones Ecológicas de las Yungas dependiente de la Univ. Nac. de Tucumán, las provincias de Salta y Jujuy, el Dr. José X. Martini (en calidad de fiduciario de un fondo especial para comprar y donar las nuevas áreas protegidas) y la comunidad kolla de San Andrés. Otros aportes fueron directamente a la construcción del ramal del gasoducto a Humahuaca, a la instalación de las válvulas de derivación de gas para Tres Cruces, El Aguilar, Abra Pampa y Mina Pirquitas, a los cambios locales de traza solicitados por la comunidad de San Andrés, a la contratación de la distribución domiciliaria del gas en Humahuaca, etc.).
Los resultados obtenidos son concretos. Significan un logro para la conservación de la naturaleza y los recursos de las Yungas, pero también una mejora para la calidad de vida de los habitantes de la región. Los métodos usados para obtenerlos son transparentes. La FVSA, al plantearse el conflicto por la traza del gasoducto, hizo un estudio del caso y publicó un documento que criticaba la Evaluación de Impacto Ambiental del gasoducto Nor Andino, así como también la del gasoducto Atacama. Nuestra posición fue hecha pública por medio de una solicitada y fue escuchada sólo por los responsables del gasoducto Nor Andino. Si ellos no escucharon a Greenpeace, tal vez fue porque en esa ONG no fueron capaces de proponer una alternativa factible de ser concretada. No es nuestra culpa.
 En el fondo, la discrepancia planteada por Greenpeace marca una profunda diferencia de enfoques. Aquí se ven los resultados contrastantes de dos tendencias: la de un ambientalismo basado en el rigor científico, que tiene en cuenta las necesidades ambientales y sociales de una región con una visión moderna, versus la de un ambientalismo que se preocupa más por buscar golpes de efecto que por ayudar a los argentinos a resolver sus problemas de fondo. Honestamente, deseamos que en el futuro Greenpeace pueda mostrar resultados concretos, más allá de su impacto en la comunicación y en la colecta de fondos.
 Vida Silvestre se alegra de los resultados exitosos en conservación, sean propios o de terceros. Lamentamos que Greenpeace no comparta estos principios y genere una controversia que engaña a la gente y sólo favorece a los verdaderos enemigos del medio ambiente: las personas, empresas y gobiernos indiferentes.
 Para mayor información, comunicarse con FUNDACIÓN VIDA SILVESTRE ARGENTINA, José Luis Ríos, Director de Comunicación FVSA. Correo electrónico: comunica@vidasilvestre.org.ar; teléfono: 4 331-4864/3631 (fax: interno 24).